Quo Vadis es una película épica de 1951 dirigida por Mervyn LeRoy, basada en la novela del mismo nombre de Henryk Sienkiewicz. La trama se desarrolla en la Roma antigua del siglo I y sigue la historia del comandante romano Marcus Vinicius (interpretado por Robert Taylor) y su amor por la cristiana Lygia (interpretada por Deborah Kerr). La película muestra la lucha de Vinicius por reconciliar su amor por Lygia con su lealtad al emperador Nerón (interpretado por Peter Ustinov), mientras que también se desarrolla una trama de intriga política y religiosa en la Roma antigua. La película fue un gran éxito de taquilla y ganó varios premios Oscar, incluyendo Mejor Dirección de Arte y Mejor Vestuario.
Estamos en la Roma gobernada por el inestable y voluble Nerón, que gobierna el imperio a su antojo.
Y triunfante, tras su última victoria en campaña, llega el apuesto general Marco Vinicio (Robert Taylor, "Ivanhoe", "El valle de los reyes", "Rifles de Bengala"...).
 Deborah Kerr y Robert Taylor |
 Marina Berti |
Marco se reencontrará en Roma con su viejo amigo Petronio (Leo Genn, "55 días en Pekín") que le pondrá al corriente de las nuevas costumbres instauradas por el emperador y su esposa Popea, la que fuera anteriormente una conocida cortesana.
Teniendo que hacer noche en casa de un viejo militar retirado, ahora convertido al cristianismo, se encontrará con su bella hija Ligia (Deborah Kerr, "Las minas del rey Salomón", "El rey yo", "El prisionero de Zenda") a la que tomará por una esclava.
Frustrado ante la negativa de la chica ante sus avances y al enterarse de que en realidad, pese a ser adoptada por el viejo general, es rehén de Roma, es decir cautiva de guerra y sujeta como tal a las leyes romanas en ese aspecto, decide acudir al emperador para reclamarla como "premio" por sus conquistas y satisfacer de ese modo sus deseos.
Los sentimientos de ambos se harán más profundos, pero les separará la religión de Ligia que le impide amar a alguien que no sea cristiano y el orgullo de Marco, que no aceptará las creencias de ella.
 Patricia Laffan |
 Peter Ustinov |
En el palacio de Nerón, mientras que todos los consejeros le adulan ante el miedo de las represalias que pueda tomar el desequilibrado emperador, Petronio nos regalará unas sarcásticas frases que serán una verdadera delicia. Su ingenio conseguirá que las punzantes frases que le dedica, sean tomadas como halagos por Nerón, en su deseo de ser adorado por todos, sin darse cuenta del desprecio que va implícito en ellas.
En la carta que le dedicará, próximo a su final, y que será entregada a Nerón por Séneca, volcará todo ese sentimiento, en una refinada venganza contra el infausto gobernante, que nos producirá un enorme placer al oírla. Sencillamente sublime.
Petronio protagonizará una bellísima historia de amor con su esclava, la dulce Eunice, que vive enamorada de su señor y en cuya compañía el filósofo encontrará la paz y el amor desinteresado que no esperaba ya encontrar.
En este escenario de locura insana, asistiremos al martirio de los cristianos a los que se culpará de ser los causantes del famoso incendio de la ciudad, provocado por Nerón. Como telón de fondo, Pedro/Simón (Finlay Currie, "Ivanhoe", "La caída del Imperio romano", "La isla del tesoro"...) y Saulo/Pablo (Abraham Sofaer, "La senda de los elefantes") irán conformando las bases del cristianismo que aunque, perseguido en ese momento, conseguirá alzarse con la victoria religiosa en el imperio romano, tiempo después.
Es imprescindible destacar la fantástica actuación de Peter Ustinov, que consiguió crear uno de las mejores interpretaciones del emperador Nerón de la historia del cine. El personaje que recrea es sencillamente magnífico.
Ustinov nos tiene acostumbrados a sus soberbios trabajos. Baste recordar al entrañable Battiato en "Espartaco", el encantador Kaptah en "Sinuhé, el egipcio" o el recordado Poirot en la serie de películas que hizo encarnando al famoso detective belga.
En Quo Vadis, pese a ser secundario, consigue eclipsar al resto de actores, poniéndole cara a Lucio Domicio Aenobarbo, hijo adoptivo y sucesor de Claudio y emperador de Roma a la muerte de éste. La personalidad que consigue imprimirle al personaje es subyugante y morbosa. Nerón es sanguinario, terriblemente caprichoso, temible y está loco. La interpretación que realiza, con sus amanerados gestos, sus mohínes pueriles, su decadencia moral y su mirada cruel y extraviada, es la mejor que se haya hecho nunca.
En el recuerdo de todos quedarán escenas maravillosas... Las terribles imágenes del tormento de los cristianos, la entrada triunfal de Marco Vinicio a Roma, la soberbia lucha de Ursus contra el toro, los fantásticos diálogos entre Petronio y Nerón, la bellísima escena final entre Petronio y la dulce Eunice o desde luego la visión de la poderosa Roma ardiendo. Y cómo no, recordaremos a Nerón guardando sus lágrimas en un frasquito para la posteridad en un alarde de endiosamiento sin precedentes.
"Mutila a tus súbditos, si te place, pero con mi último aliento te pido que dejes de mutilar las artes.
Me despido, pero no compongas más música. Embrutece al pueblo, pero no lo aburras, como has aburrido hasta la muerte a tu amigo, el extinto Cayo Petronio" (Quo Vadis? - 1951)
Carátula dvd: Quo Vadis (1951)
Premios 1951:
8 nominaciones al Oscar, incluyendo película y actores secundarios (Genn & Ustinov)
2 Globos de oro: Fotografía (color) y actor de reparto (Ustinov). 3 nom.
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